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Los hombres que me gustan no me miran (1)
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Mis ojos desconociendo el humo ardían más de la cuenta. Una atmósfera claroscura atrapaba los gestos inconexos y los deseos ocultos que la música no atenuaba. Más indiferente que todos, ajeno como una muralla, era él, estaba, por fin palpitando conmigo en la misma coincidencia... como una enredadera fui por su cuerpo aprehendiéndolo con la mirada, la madera de la mesa continuaba en sus dedos cuyo tacto imaginé sudoroso y frío -sencillo adherirse en ellos-, vagué a la deriva por sus antebrazos, por sus hombros, por las líneas de su ropa hasta colonizar sus facciones crudas (...) la música siguió vibrando y mi deseo pronto fue desplazado por el frío.

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Sertralina y yo
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La psicóloga dice que mi vida me pasó la cuenta.
Pero que soy una sobreviviente.
Pero que mi vida me pasó la cuenta.

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Distancia gnoseológica
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Entré y ahí estaba él. Sentado junto a la ventana, en un rincón seguro, lejos de mis sentidos. Ese violento paso de lo invisible a lo visible me llevó de vuelta a lugares nuevos. De tiempos pequeños y fantasías amplias. Sabía que estaría y debía observarlo. Revisar sus gestos, sus combinaciones, su juego kinésico, la dimensión de su espacio. Mi atención fue suya 90 minutos. Le observé en pluriángulo y en reflejo breve, en proyección estática y multidinámica. Ahí estaba él hablando otro idioma, creciendo por fortuna sobre lugares muertos.
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(continuará)
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Lost in uach
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Levantarme tarde, salir tarde, llegar tarde. Lógica clásica de una vida procrástica ilegítima. Entre paréntesis debo decir que tengo una fascinación parafílica por las tildes.
Segura de mi clase en el PD caminé con ritmo decidido. En el pasillo principal vi a distancia que se acercaba "ese" chico platónico parecido a Chriss Angel, que sin ser amigos, me saludaba tan atento cada vez que nos encontrábamos.
¿Que por qué crucé violentamente la calle? Porque hace dos noches le hablé por chat y cobardemente protegida tras los velos de la virtualidad me tomé la libertad de coquetearle, o tratar de, pues en esas artes nunca he sido hábil.
Lo mejor que pude hacer fue cruzar la calle, porque soy la contradicción en mí misma. Me siento fea y me doy vergüenza, pero a la vez me gusto.
Llegué a PD y no encontré la sala, porque no era ahí mi clase, lo recordé después de recorrer el PD entero dos veces. Era en el CIDFIL. Llegué 2o minutos tarde pero no importó. Aunque descubrí que no entiendo la direfencia entre enfoque y método (pedagógicamente hablando).
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Espejos mágicos y no tanto
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Compré un nuevo espejo colgante. Tamaño medio, marco horrible. Muy barato, seguramente por lo frágil que es. Como dicen los cliches, lo barato cuesta caro, lo que fácil llega fácil se va, el que se va sin que lo echen vuelve sin que lo llamen,etc. No voy a saber yo...
Fui al cine a ver Klimt. Película mala rara plana. La vi sola.

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Desacralización de amores platónicos
Parte I
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Cuatro años esperando volver a verlo. Mi primer amor platónico de la universidad. El primer amigo que amé en secreto, que se reía de mis chistes y me motivaba a ir a clases sin más interés que los apuntes que yo le prestaría después.
Hace unos meses, siguiendo mi intuición, encontré a su hermana en internet y a través de ella logré ubicarlo en el ciber universo. Me conseguí su messenger y algunos minutos de conversación... de épocas irreconciliables y tiempos inconexos. Supe que él también se había ido para siempre y sentí pena ajena.
Hoy que había sol caminé al centro y lo vi. Lo vi trastabillar a la salida del puente. Totalmente ebrio. Escupiendo en el suelo. A las 5 de la tarde de un domingo cualquiera. Disimulé entre los árboles de la plaza y lo observé al otro lado de la calle, intentando caminar en linea recta hasta desaparecer para siempre en la esquina.
Yo seguí mi camino dejando que el tiempo deshaga las madejas de mi mente, dejando también ir a mi primer amor de adolescencia.

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El mito de Narciso
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Narciso era mujer. Se estaba mirando en un espejo con forma de pez y marco de color verde agua que colgaba de la puerta de su ropero. El espejo resbaló, cayó duramente al piso y se rompió en mil pedazos afilados. Narciso, que estaba apurado saliendo, recogió sólo los fragmentos más grandes ignorando los más pequeños y peligrosos.
Luego Narciso volvió tarde a su habitación y olvidó el espejo. Caminando descalzo, como siempre lo hace, se acercó al ropero y sin darse cuenta uno de los cristales se incrustó en la planta de su pie. Pasaron los días y el pie de Narciso se infectó hasta la septicemia y finalmente el distraído Narciso murió. No de amor por sí mismo, de mala memoria y/o flojera.

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De la imposibilidad de emocionarse
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Fui a una de las lecturas poéticas que organiza habitualmente el colectivo Poesía dispersa. Esta era aparentemente más atractiva porque había invitados ilustres, exponentes del grupito los llamados "poetas consagrados", entre ellos destacaba el clan Serrano-Navarro y un señor desconocido para mí: Harry Vollmer.
Poco público, como es normal que ocurra. Presentaciones breves que me dejaron deseando más de cada uno, excepto de la señora erótica -pues no me gusta ella ni su estilo-. Los Serrano-Navarro de nuevo me deleitaron con su sencillez y familiaridad, y ese toque abueloide que me resulta tan agradable -independiente de los marcados acentos políticos que puedo obviar e igualmente disfrutar, como buena joven conciente de las múltiples miradas que dan forma al universo ideológico-. Beatriz, a quién oía por primera vez, me sorprendió de la mejor forma. Jorge ya no me sorprende, sólo me hace admirarlo más.
Pero quien importa aquí -hoy- no puede ser nadie más que Harry Vollmer. Su trabajo es genial, y su simpatía, fuera de serie. Es el típico -y a la vez escaso- sujeto irreverente que cuenta las anécdotas sin tapujos y libera a su presentación del perímetro cuadrado semi formal que tan bien delimitan los poetas -valdivianos- cuando leen en vivo.
Ahora, ¿qué es lo que hace tan ganador -en mi ranking- a Harry Vollmer? Muy simple: que genera interacción y propone el diálogo simétrico. No se baja del pedestal porque nunca se subió. Habla como si estuviera en un bar con amigos. Aunque sin muchas copas, claro. El tipo es choro y puede transmitir y transmutar emociones al instante. Si lo escucho, ahora me estoy riendo, pero a los diez segundos estoy a punto de llorar. A mí eso me resulta fácil, soy fácil de conmover, pero lo que ese día me asombró fue la escasa libertad que tiene el resto para manifestar las emociones que están -o no están- sintiendo. Nadie se rie con los chistes, apenas esbozan una sonrisa sosa unos pocos, otros ni eso. Pensé: "pobre Harry". Nadie sonríe, aplauden sin ganas. Y yo que me reí en voz alta, me sentí culpable, ¿por qué?!! Porque me miraron raro...
¿Acaso no sienten nada?, ¿les da miedo mostrar que sienten algo?, ¿cuál será la respuesta?

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Siempre queremos algo distinto de lo que nos dan
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Es abril, empezó el otoño y el frio. Hay sol. Pero queremos que llueva y no haga frío.
Agosto, llueve como el demonio y no hace frío. Pero queremos que deje de llover.
Sale el sol y empieza a hacer calor. Pero queremos que haya sol y no haga calor.
Enero, pleno verano. ¿Por qué no llueve un poquito? "...pa´que refresque" -dicen en el campo-.
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Empirismo y ausencia de él
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Las niñas que viven conmigo, santiaguinas ambas, estudian veterinaria. Yo miraba un programa que hablaba del fenómeno de los reality shows en Chile, y como ejemplo mostraban un capítulo de "La Granja" donde mataban un cordero en tiempo real. Una de las niñas que vive conmigo preguntó asombrada: "¿se come la carne de oveja?!" A lo que la otra respondió no muy segura: "...cordero debe ser poh" Y la primera volvió a preguntar (aún más sorprendida): "¿y los corderos son lo mismo que las ovejas?! (...)
Mientras tanto yo, riéndome en silencio, escribí esto.
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Una experiencia nueva

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Me pregunto cómo lo hacen ellos cuando seducen chicas por chat. A mí me parecía tan fácil y ahora estoy aquí sin saber qué decirle. Desde antes sabía que iba a ser una buena noche, pero no sabía que lo iba a encontrar -por fin- conectado en el aburrido chat de facebook. Tanto esperé este momento y ahora que lo tengo pantalla a pantalla me tiemblan los dedos y no puedo pensar nada inteligente que decirle. "Hola". Sí. El inocente "hola" nunca falla. Lo veo inactivo, eso no es buena señal, significa que, o su atención está dispersa en muchos lugares virtuales, o simplemente tiene una vida principal fuera del aparato este. Lo logré. Me respondió. Alguien en mi cerebro juega a invertirme las palabras y desconfigura todo mi alfabeto. Miro con ojos oníricos la diminuta ventanita donde, una a una, las letras que "él" envió -que me envió- aparecen de tantas maneras mágicas y distintas, voy probando en mi mente cómo se verían con cada uno de los efectos especiales de power point -que ni siquiera sé usar-. Y de pronto son caracteres que nadie más ha usado antes, porque en el chat de facebook sólo yo puedo elegir la fuente, el tamaño y hasta el color que "él" tiene esta noche para mí. "Hola, yo tampoco te conozco". Me dice. Tiemblo en el repentino bache de vacío donde he metido mi pie, pero vuelvo a intentarlo, y me quedo un momento que es larguísimo a la espera de la adorable -y a veces terrible- viñeta roja. Mientras tanto no puedo hacer nada, cambio de pestaña para engañar un poco a la impaciencia que sube por mis uñas hasta mi cerebro y vuelve en un ciclo interminable de miedo y alegría. Trato de no pensar en "él" sentado frente a mi en algún lugar y sin mirarme. Pero soy curiosa y mi ilusión frágil. Combinación fatal. A ojos cerrados busco suavemente con mi dedo la página donde esta noche el universo sucede. El tenue botón de inactividad sin decir nada ya ha dicho todo -que "él" no tiene nada que decirme-. Minutos después la experiencia acaba. Lo dice facebook sin tapujos: "Él" está desconectado.

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Viernes de peluquería
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Yo los viernes soy peluquera. No es que juegue a serlo, lo soy. De una manera profesionalmente improvisada. Aún sé hacer sólo un tipo de corte. Pero es suficiente porque tengo sólo una clienta regular. A veces tengo otra, pero es lo mismo, ella viene buscando el mismo estilo fresco e indisciplinado de la adolescencia que vamos perdiendo, sin darnos cuenta, las tres por igual.
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Matías Cena:
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Eres el amor platónico de las niñas sureñas neo-rurales pseudo poetas y con gustos extraños. Porque eres un tipo sencillo. Le mostré tu perfil a mi amigo y me dijo que lo único que él veía era que definitivamente a mí me gustaban los tipos con cara de idiota.
Yo a ti te encuentro tan lindo....
,,,
Mi amigo no entendió el amor que desquiciadamente te profeso, pero no importa. Tú y yo somos amigos en facebook y puedo mirarte cada vez que quiera.
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Buenas noches, nos vemos cualquier día en tus canciones.

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Ya florecieron las camelias
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Me levanté tarde y salí sabiendo que de todos modos no iba a llegar a tiempo. No había nadie. Después de vagar un rato, me decidí, de una vez por todas (gracias Ei por la fuerza). Como por inercia caminé, entré, miré al chico que esperaba sentado y me acerqué para ver por entre las persianas de la puerta, cómo la secretaria reía mientras hablaba por teléfono familiarmente con alguien. Di una explicación precaria, pero fue bien acogida. Resultado: un test de autoestima, donde casi todas mis respuestas fueron "sí"; otro sobre estrategias de aprendizaje, respondido también con una seguridad inédita; una hoja de datos de rutina, y ¿un facsímil de comprensión lectora?.
Mi primera sesión es el miércoles a las 16:00.
Curiosamente lo más destacado de la experiencia fue la frase célebre final de la secretaria: "Nunca esperes más de lo que están dispuestos a dar".
También me dijo que era bonita.

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Hoy me molesta todo
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Despertar, no dormir, la lluvia, ellas, sus camas sin hacer, sus toallas colgando de las sillas, los zapatos esparcidos en el piso, los roperos con las puertas abiertas, las cortinas a medio abrir, las luces encendidas, las luces apagadas, lo que comí ayer, la tele apagada, los programas de siempre, no tener ganas, ellos en las camas de ellas, todos ellos en mi pieza, su ropa mojada en el radiador, la voz de él, sus conversaciones estúpidas vacías aburridas, ser visible, mi cama, esta ciudad, los fantasmas, no tener más ilusiones, haber faltado a clases, dormir tanto y seguir despertando triste, las noches largas, los días largos, este semestre, su llavero enorme siempre en la puerta, las cosas ajenas, las galletitas, ir al baño, las botellas de agua vacías en la repisa, los cuadernos de ella desordenados en el estante, mi celular sin carga, el escritorio con cosas arriba, mi propia loza sucia aún, no haber hecho la cama una vez más, sentirme tan idiota y tan desechable, ser invisible, que me vea dormir alguien que no elegí, ellos comiendo maní, mis Cat en la ventana, mi paraguas amarillo, el cartón piedra, los colores, mi labio roto, el azúcar, David y Elena, sobre todo Elena, la distancia, su manipulación emocional, haber soñado con él, que él no me haya saludado en mi último sueño, mis ojos, ser tan fácil de olvidar, no poder decirle que ya no lo quiero nada, tener miedo de volver con él por soledad, no tener hambre, su pelo, que hagan ruido mientras comen, las alarmitas de los electrodomésticos, las excusas tiernas, las excusas ridículas, las calles, el campo, Santiago, los aviones, el viento, su falta de ternura cuando está con ella, mis peluches, querer estar sola y, por la cresta, no poder, tener que llorar, por favor, y no poder, que mañana sea miércoles y no tenga clases, que será otro maldito día igual que hoy, volver a sentirme más deprimida que nunca, los horarios de comida, mis ex amigos virtuales, los nuevos amigos virtuales que no quiero tener jamás, las palabras perdidas, las horas perdidas, las ilusiones perdidas, la vida pendiente, los chocolates, las deudas, historias, borrones, la negación, el "otro", historia uach, cidfil, los recuerdos, todos los traumas, nuevos y clásicos, los amores platónicos, la imposibilidad de conseguir lo que quiero, mi inútil timidez, el sonido de los besos ajenos, el ruido, el silencio, no ser capaz de decir todo lo que me molesta, esta semana, este mes, los que vienen, los que pasaron, la pena inevitable, volver a empezar, una vez y otra, jugar y perder, que me rechacen siempre, que me olviden pronto, que me subestimen tanto, la gente que es linda, recordar que soy fea, la mala suerte en el juego, la mala suerte en el amor, las galletas de la fortuna, mi cuerpo horroroso, levantarme para nada, seguir sin esperanza, los jotes mediocres, los hombres cobardes, las mujeres básicas, el profesorado, las causas perdidas, los activistas, las religiones, los comerciales, el tedio más grande, la moda primavera verano y la gente que la sigue, las multitiendas, los supermercados, las compras, las ventas, tener que ver a tanta gente que no quiero ver y no poder ver a nadie que me sorprenda.

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Yo no quería que nadie se fuera
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Por eso dormí 14 horas sin más interrupción que ellas de vez en cuando intercambiando palabras tan ajenas para mí, que no puedo con certeza decir que fueran reales.
6 horas despierta son un exceso cuando me atrapa este estado, por eso tengo que dormir de nuevo y dejar de pensar. Nada más necesito, ni comer, ni hablar, ni vestirme, sólo dejar de estar conciente. Siempre supe que no soy de aquí, seré una extraña disonante en cualquier sitio.
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